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El modo de presentación de una Defensa de TFG o Practicvm, precisamente por el peso en ella de la
comunicación oral, es algo muy personal e idiosincrásico. Por ello, el modo más natural de actuar
será siempre el más cómodo y en el que, por ello, se optimice el rendimiento. Con todo, deberá tener en cuenta
que la Defensa oral será evaluada de acuerdo con los criterios recogidos en el
documento Rúbrica correspondiente que se puede descargar desde los enlaces que hay al pie
de esta página.
En consonancia con lo anterior, se dan aquí una serie de pautas y recomendaciones para preparar la presentación oral:
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Ante todo hay que comprobar la disponibilidad de los medios técnicos: Hay que tener Teams instalado, saber
usarlo y comprobar que la cámara y el micrófono funcionan correctamente.
Aunque hay otros modos de participar en reuniones de Teams aquí dispone de unas instrucciones específicas
mínimas sobre cómo entrar para la Defensa oral en Teams.
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Remitir al profesor, convenientemente cumplimentada y firmada, una declaración jurada de que ha sido
previamente informado de las condiciones de su presentación. Al pie de esta página tiene un enlace a un modelo.
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Estudiar concienzudamente el contenido del trabajo realizado, para ver cuáles son sus aspectos más importantes considerado en su conjunto.
Entre otros deben considerarse, por ejemplo,
cuáles son sus características más originales, distintivas o, por uno u otro motivo, destacables. Estas características pueden estar
relacionados con aspectos como el interés teórico del asunto, su interés aplicado, las características de la muestra, las peculiaridades
del procedimiento seguido o los resultados obtenidos y su contraste con los trabajos de otros investigadores.
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Elaborar un guión de presentación mediante Power Point. Este guión posteriormente ha de valer
como guía de la presentación misma. Y deberá organizarse en torno a los apartados que se describen en otra de estas P+F.
Además, este documento deberá remitirse al Tutor con la antelación estipulada.
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Distribuir el tiempo disponible entre las diferentes pantallas que componen el guión. Esta es una práctica que ayuda a
aquilatar bien los contenidos de la exposición. Conviene pensar que una pantalla no debe estar expuesta menos de 2 minutos.
Y cualquier lector (del público) debe poder leer todo su contenido en un máximo de 15 segundos. En resumen, cada pantalla
debe estar expuesta el tiempo suficiente para ser vista con calma y debe contener el menor texto posible.
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El uso de imágenes suele ser recomendable solo en casos muy excepcionales, es decir, cuando claramente ayuden a la comprensión de un argumento
que de otro modo sería difícil de mostrar. En ningún caso se
debe caer en el vicio de adornar por adornar. Se trata de una presentación científica, no de una tómbola de feria.
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Practicar la presentación en casa con o sin público (alguna vez con público). Se debe cuidar aquí especialmente el ajuste
del contenido al guión que se está siguiendo
y al tiempo disponible para la presentación (15 minutos como máximo). En este punto es importante tomar alguna medida para comprobar que
los tiempos dedicados a cada pantalla de la presentación son aproximadamente los previstos.
El desajuste a los tiempos de cada apartado
suele tener un fuerte impacto negativo sobre la calidad de la presentanción.
Es recomendable grabarse al ensayar en casa la presentación. Esto permite detecter mejor los errores de fondo y forma.
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El guión no es un texto para leer. En otras palabras, no es recomendable planificar el guión para leerlo.
El guión debe ser un apoyo organizativo para el ponente y muy especialmente para los oyentes.
Por ello, las pantallas deben ser ligeras de contenido (letra grande y poco contenido).
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No es recomendable memorizar al pie de la letra el discurso. Este tipo de prácticas, aparentemente seguras,
resultan muy arriesgadas. Hay que tener en cuenta que, aunque en principio la presentación se desarrollará sin interrupciones,
nada impide que por alguna razón un evaluador interrumpa la presentación, pidiendo en ese mismo
instante alguna aclaración o información complementaria.
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Además de lo dicho en el punto anterior, no es recomendable aprender el texto de memoria porque inevitablemente esto
dañará la prosodia de la exposición, salvo en el caso de actores muy experimentados.
En cierto modo cabría decir que una presentación debe ser convincente;
y un lastre claro para el poder de convicción de una presentación oral es una prosodia artificial.
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En una presentación sobra todo comentario lesivo para la honorabilidad de cualquier colectivo o perfil humano, lo cual
no significa que no pueda contener críticas propias del ámbito científico en que se desenvuelva el debate.
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Finalmente, una presentación es un acto académico formal, en cuanto que debe seguir unas pautas que están bien establecidas.
Pero no hay que entender esto como que deba ser un acto formalista. Una persona hablando se puede equivocar,
puede querer repetir con otras palabras un argumento mal expresado, olvidar algo, improvisar un ejemplo e incluso
insertar un comentario con chispa. Nada de esto tiene por qué ser necesariamente negativo para la calidad de la
presentación.
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